Todo comenzó en 1885, cuando Abel Besins y Joseph Lebeau se asociaron para crear un vino medicinal, que resultó ser un gran éxito. El comienzo del siglo XX marcó un período de transición, transformándonos de un pequeño laboratorio a una compañía farmacéutica global.
A continuación, destacamos un logro innovador en el ámbito de la farmacología y la endocrinología. En 1972, fuimos pioneros al ser los primeros en desarrollar una preparación de progesterona bioidéntica en forma de gel, Progestogel®. Durante las décadas de 1980 y 1990, la compañía amplió su enfoque para abordar tanto las condiciones hormonales masculinas como femeninas. El resto, como suele decirse, es historia. Te invitamos a explorar la línea de tiempo a continuación para obtener más detalles.
1885
Nuestra historia comienza, cuando Abel Besins funda la empresa
1915
Jacques Besins toma las riendas y desarrolla nuevos productos y producción propia
1945
Jean Besins asume el papel de liderazgo y adquiere un laboratorio centrado en las hormonas
terapia en geles transdérmicos
1960
Besins adquiere una instalación en Montrouge, Francia, para especializarse en tecnología de gel transdérmico
1972
El enfoque en los geles transdérmicos da sus frutos con el desarrollo del primer gel de terapia hormonal del mundo, Progestogel
1975
Besins continúa innovando, lanzando Oestrogel, el primer gel de estradiol para el tratamiento de los trastornos de la menopausia
1980
Besins se consolida como líder mundial en terapia hormonal con el lanzamiento de Utrogestan, una progesterona natural micronizada
1998
Antoine Besins inicia su expansión mundial a través de asociaciones
2000
Se lanza Androgel; El gel de testosterona más prescrito en el mundo, indicado para el reemplazo hormonal masculino
2022
Nicolas y Alexandre Besins inician el proceso de consolidación y modernización de la empresa para garantizar su éxito continuo
Experiencia
Nos especializamos en producir terapias hormonales de la más alta calidad para los pacientes que las necesitan.
Investigación y desarrollo
Como pioneros de los tratamientos hormonales, nunca nos dormimos en los laureles.